lunes, 4 de febrero de 2013

Crónica de la Ruta por el Arrecife de las Sirenas




A pesar de ser una actividad que surgió de forma improvisada y el añadido de encontrarnos en un mes en el cual nuestra situación académica nos requiere añadirle un tiempo extra para los exámenes, decidimos organizar nuestro tiempo para juntarnos una vez mas y olvidar por un día la rutina mecánica en la que vivimos.

El tiempo apremiaba con unos 25 grados acompañados de una ligera brisa, aun nos recordaba que el verano aún no se había terminado de ir del todo. Y no es de extrañar que por estas fechas se pueda disfrutar de un clima tan peculiar, puesto que la zona de Cabo de Gata es uno de los pocos parajes protegidos constituidos por una formación de origen volcánico. Constan sus 63 km de costa entre los que se encuentran una gran cantidad de acantilados y fondos marinos considerados entre los de mayor calidad en el litoral mediterráneo español.

Se cuenta entre las gentes de esta zona la procedencia del nombre del Arrecife de las Sirenas, al silbido que se produce al golpear el mar a las rocas donde los marineros creían escuchar un mágico cantar de sirenas y acudían apresurados a su encuentro, cayendo en la mala fortuna de encallar y hundir sus barcos al tocar con la parte baja de sus naves, el arrecife.

Iniciamos el camino desde el inmenso faro para iniciar un descenso hasta donde se forma el inicio del arrecife por el cual iniciaríamos el recorrido por las rocas. A pesar de no ser un gran recorrido, nos llevó gran parte de la mañana, alzando el mediodía debido las formaciones del arrecife que rozaban lo intransitable y a las paradas que hacíamos en diferentes enclaves para disfrutar de las vistas que nos regalaban. Tras atravesar todo el arrecife llegamos a la zona de Cala Cortada donde aprovechamos para comer y finalmente emprender el camino de vuelta por un recorrido hasta el punto de partida.








Aprovechamos este espacio para animar al resto de almerienses y el resto de españoles, el conocer y a respetar los entornos únicos del Cabo de Gata de una manera cívica frente a la masificación descontrolada la cual se ven nuestros parques naturales en épocas veraniegas.