En la Tivissa tarraconense, en la Tivissa de la Ribera d’Ebre, cuna de culturas, nos dimos cita este fin de semana diversas asociaciones juveniles y de promoción social. Reunidos bajo el nombre “Encuentro Mediterráneo” y gritando el lema “cree, lucha, ríe”, nos reunimos un grupo de jóvenes llegados desde distintos puntos de la costa mediterránea, con el objetivo de pasar un fin de semana distinto, alegre, rebelde. Organizado por Casal Tramuntana (Barcelona) y Proyecto Impulso (Castellón), y contando con la participación de la Asociación Indalum 1.489, desde Almería, el viernes 7 de Diciembre inauguramos estas jornadas con la elaboración de una pancarta que nos ha acompañado todos estos días.
El motivo principal de nuestro encuentro no era otro
que llevar a cabo unas jornadas de convivencia para consolidar lazos de amistad
con otros militantes que conocemos desde hace años y que, por la distancia
geográfica, no tenemos ocasión de ver tan a menudo; rencontrarnos con un mismo
espíritu que late fuerte en distintas ciudades, reforzar un sueño compartido
que sigue unido a pesar de los kilómetros. Se aprovechó el inicio de las
jornadas para mantener un debate entre los portavoces de cada asociación
presente acerca del panorama asociativo en nuestro país, la unidad de acción y
los referentes ideológicos, entre otros temas, en el que se sacaron a relucir
las opiniones y modos de actuar de cada uno.
Para romper con la rutina del ruido, la masa y la
contaminación que invade nuestras ciudades, la mañana del sábado la aprovechamos
para realizar una marcha de montaña. Hubo un tiempo en la historia de la
humanidad en el que la naturaleza y el ser humano se encontraban fundidos,
formaban parte de una misma unidad. Y eso es lo que sentimos de nuevo al subir
a la cima de la Tossa, a 718 metros de altitud, en un ambiente sano y de
profundo aprecio a nuestro entorno.
El resto de la convivencia dio para mucho más, desde
un concurso de orientación nocturna, barbacoa, demostración de skate, velada
musical, tiro de la soga, partido de fútbol, hasta una visita al poblado íbero
del Castellet de Banyoles bajo la guía y explicaciones de un historiador
asistente al encuentro.
La guinda final a estas jornadas de naturaleza,
deporte y cultura fue la degustación de una paella tras la cual uno de los organizadores
citó un breve texto y puso, tras 48 intensas horas, el cierre al Encuentro
Mediterráneo.
Rodeados del paisaje mediterráneo y bajo el espíritu
que desprende nuestra juventud: creímos, luchamos y reímos. Deporte,
naturaleza, cultura, gastronomía, música, caras conocidas y otras nuevas,
intercambio de experiencias. En fin, entorno mediterráneo, sangre mediterránea,
fuerza mediterránea. Porque estas tierras estuvieron un día llenas de jóvenes
que luchaban por lo que querían. Y nosotros somos el testigo de aquella
juventud. Una juventud rebelde, ilusionada y activa.
¡CREE, LUCHA, RÍE!
Desde Indalum 1.489, queríamos agradecer por el excelente
trato recibido y el trabajo desempeñado por los organizadores para que se
desarrollasen las jornadas de manera positiva y satisfactoria.